A la verdad se oponen la mentira; la simulación (mentir con los hechos); la hipocresía (pasar por lo que uno no es); la jactancia (atribuirse excelencias que no se poseen o elevarse sobre lo que uno es); la falsa humildad (cuando se niegan cualidadesy mereciminetos que en realidad se tienen); la adulación (consiste en engañar a una persona hablando bien de ella, con el objeto de sacar algún provecho); la locuacidad (hablar con ligereza, con el peligro de apreciaciones inexactas o injurias, que pueden llevar con facilidad a la calumnia o a la difamación).
Nuestra filosofía educativa está inscrita en la amplia experiencia de tradición pedagógica de las Escuelas Lasallistas, donde el espíritu de San Juan Bautista De La Salle vive y perdura. Hemos abierto este blog para toda nuestra comunidad educativa, para que así podamos compartir nuestras reflexiones y en consecuencia podamos crecer en las virtudes cristianas. Esperamos la ayuda y la coperación de toda la comunidad escolar.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Nunca es lícito mentir.
Aunque no siempre estamos obligados a decir la verdad, sí lo estamos a no mentir jamas. Cuando la caridad, la injusticia o alguna otra virtud exijan no manifestar la verdad, podrá buscarse un prestexto para no decirla (por ejemplo el silencio) pero nunca es lícito mentir.
La caridad lleva a decir a los demás la verdad con nobleza, ayubdándoles a mejorar mediante la corrección fraterna, que es una muestra de fraternidad cristiana y de delicadeza humana.
Rectificar cuando sea necesario.
Acostúmbrate a no mentir jamás a sabiendas, ni por excusarte, ni de otro modo alguno, y para esto ten presente que Dios es el Dios de la verdad. Si acaso faltas a ella por equivocación, enmiéndalo al instante, si puedes, con alguna explicación o reparación; hazlo así, que una verdadera excusa tiene más gracia y fuerza para disculpar que la mentira.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)