martes, 31 de agosto de 2010

La bondad es...

La bondad es hija legítima de la santidad y fruto del Espíritu Santo. Se alimenta de todas las virtudes y nunca anda sin ellas. La humildad es su vida; la obediencia, su centro; la pureza, su atmósfera;la pobreza, su delicia; la penitencia, su alimento; la presencia de Dios, su ser; la oración, la savia con que se desarrolla; el sacrificio, su delicia; ¡Dios y sólo el amor divino su todo...! El Espíritu Santo la produce, le da vida y la embellece.

Tiene esta hermosa virtud, altísima y divina, muchísimos enemigos. Todos los vicios los rodean como fieras hambrientas que espían el momento para devorarla. La soberbia, la hipocresía, la fatuidad, la vanidad, la impureza, el mundo, la comodidad, el juicio propio, y otros muchos le acechan constantemente, de día y de noche, sin dejarle momento de descanso.

Las armas, con las cuales se defienden y triunfa, son: el propio conocimiento y el apoyo divino, o sea la humildad y la confianza...

lunes, 30 de agosto de 2010

Hijos de la verdad...

“Una auxiliar de oficina, recibió de su jefe un orden para mentir. Ella se rehusó, sabiendo que podría perder lo empleo. Cuando estaba arreglando su pertenencias, el jefe reconsideró su dimisión, reconociendo el grande valor de su ética cristiana.”

¿Hemos sido reconocidos por nuestra ética y testimonio cristianos? ¿El brillo de Cristo en nuestras vidas ha sido nuestra prioridad? ¿Hemos tenido plena conciencia de que, como hijos de Dios, debemos glorificar al Señor en todo el tiempo?

A veces perdemos la comunión con Dios y vemos nuestras vidas espirituales caigan a causa de nuestra cobardía y inconsistencia. Uno de los principales motivos de perder la buen relación con el Señor es la mentira. Muchas veces creemos que existen “tamaños” de mentiras, considerando las “pequeñas", cuando en realidad toda falsación es mentira por pequeña que sea.
Somos del Señor. Él es la Verdad y nosotros somos Sus hijos. Por el contrario, nada tenemos con la mentira, no queremos una unión con la mentira, creemos que toda la mentira, pequeña o grande, es mentira y contrario a la voluntad de Dios. Tenemos placer de ser hijos de la verdad, jamás cambiaríamos, por nada en este mundo, así que conservémonos fieles al Señor en toda y cualquier circunstancia.

domingo, 29 de agosto de 2010

La verdad nos libera...

La mayor recompensa por decir la verdad, es que me hace libre; por oposición en contrario, la mentira me esclaviza.

Si digo la verdad no me preocupo por su consecuencia, porque responde a mis motivaciones personales, que son racionales y lógicas. Expresan lo que creo bueno para mí y para mis semejantes. Mi verdad la sostengo y puedo repetirla siempre de la misma forma, porque responde a mi idiosincracia y es parte indisoluble de mi propia conciencia.Gracias a que siempre digo la verdad, vivo tranquilo y sin preocupación de que alguien pudiere aprovecharse de mis dichos, porque representan la realidad de lo que creo, siento, hago y espero de los demás.

Sentir que digo la verdad me da suficiente fortaleza espiritual, para creerme digno e influir en las demás personas y generar su confianza, que se fortalece cuando verifican que mis palabras se compadecen con mis actos. No creo en la divulgada conseja de que la verdad es completamente relativa, que cada cual tiene su propia verdad, o que lo es del color del cristal con que se miren los acontecimientos. Si eso fuera así, simplemente la anarquía dominaría la sociedad.

Vinculo la verdad a mi conciencia, a mis convicciones más elevadas, a los principios éticos que rigen mi vida; cuales no pueden estar divorciados de mi concepción de Dios, que me indica que son el amor al prójimo y la búsqueda de su beneficio, los indicadores básicos de cuando estoy en presencia de la verdad. Mi verdad no puede dañar a mis semejantes, porque todas mis actuaciones son en uso de mi libre albedrío. Expreso sólo lo que deseo, hago o soy capaz de hacer, pero sobre la base de mis principios éticos, sin importar si es o no del agrado de otros: siempre en función del bien común. Si miento pierdo mi libertad de sentirme íntegro, satisfecho y orgulloso de mí mismo, al tiempo que me inicio en el estresante camino sin regreso, de temer que puedan descubrir mis mentiras.
Quienes me aman pudieran dejar de admirarme por cualquier circunstancia, pero no porque descubran que miento. La verdad genera la libertad indispensable para disfrutar del amor y juntos hacen un trío indisoluble; si alguno de ellos falla, los otros dos no saben como vivir con plenitud. La verdad otorga y genera la confianza indispensable para amar sin reservas y entregarse plenamente, cual es el fin último de toda relación humana; al menos para quienes no nos contentamos con llamarnos cristianos, sino que hacemos todo lo que podemos por realmente actuar como tales, poniendo como norte de nuestras actuaciones, el amor a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

jueves, 26 de agosto de 2010

Y conocerán la Verdad, y la Verdad los hará libres...

"Jesús es el camino la verdad y la vida, y nadie llega a Dios, sino a través de Él. "

Quieres ser libre interiormente y llenar ese vacío?, encontrar paz y el verdadero propósito para tu vida, entonces necesitas conocer a Jesús.No busques mas en fuentes sustitutas que solo traen esclavitud, Él es la verdad que hará que te conduzcas por nuevos caminos, sendas que traerán la restauración que estas necesitando.

Quiere hacerte libre de todo aquello que te está atando, sabe como subsanar las futuras consecuencias de nuestros pasados errores.El no está dispuesto a castigarte, ni a reprocharte tus fracasos ni los mios, El está dispuesto a provocar el cambio mas grande que puedas experimentar en tu vida y de completar el plan que preparó para ti.

Jesús esta hoy a tu puerta, te llama, y te dice: "Yo Soy la verdad, quiero hacerte libre"

miércoles, 25 de agosto de 2010

La verdad se opone a la mentira

A la verdad se oponen la mentira; la simulación (mentir con los hechos); la hipocresía (pasar por lo que uno no es); la jactancia (atribuirse excelencias que no se poseen o elevarse sobre lo que uno es); la falsa humildad (cuando se niegan cualidadesy mereciminetos que en realidad se tienen); la adulación (consiste en engañar a una persona hablando bien de ella, con el objeto de sacar algún provecho); la locuacidad (hablar con ligereza, con el peligro de apreciaciones inexactas o injurias, que pueden llevar con facilidad a la calumnia o a la difamación).

Nunca es lícito mentir.

Aunque no siempre estamos obligados a decir la verdad, sí lo estamos a no mentir jamas. Cuando la caridad, la injusticia o alguna otra virtud exijan no manifestar la verdad, podrá buscarse un prestexto para no decirla (por ejemplo el silencio) pero nunca es lícito mentir.

La caridad lleva a decir a los demás la verdad con nobleza, ayubdándoles a mejorar mediante la corrección fraterna, que es una muestra de fraternidad cristiana y de delicadeza humana.

Rectificar cuando sea necesario.



Acostúmbrate a no mentir jamás a sabiendas, ni por excusarte, ni de otro modo alguno, y para esto ten presente que Dios es el Dios de la verdad. Si acaso faltas a ella por equivocación, enmiéndalo al instante, si puedes, con alguna explicación o reparación; hazlo así, que una verdadera excusa tiene más gracia y fuerza para disculpar que la mentira.

viernes, 20 de agosto de 2010

"Amar la verdad"

Hemos de amar la verdad y poner esfuerzo en buscarla. La verdad está a veces tan obscurecida por el pecado, las pasiones, el materialismo..., que de no amarla no sería posible reconocerla. ¡Estan fácil aceptar la metira cuando viene en ayuda de la comodidad, de la sensualidad, de la pereza, del falso prestigio...! Por eso hemos de estar siempre abiertos a la verdad, y esto significará muchas veces estar dispuestos a cambiar de mentalidad o de ideas equivocadas.

En relación con Dios, la apertura a la verdad nos llevará frecuentemente a la conversión.