martes, 12 de octubre de 2010

La libertad incluye mi libertad

La libertad Incluye mi libertad de decidir dónde quiero estar en cada momento. La libertad es ser quien soy y no lo que los demás esperan que sea. Libertad es pensar lo que pienso y no necesariamente lo que esperan que piense. En las relaciones personales, mi libertad termina donde empieza el derecho del otro. Libertad es correr los riesgos que yo decida correr, estando dispuesto a afrontar los costos de dicho riesgo. Libertad es salir al mundo a buscar lo que creo que necesito, en lugar de vivir esperando que los demás me den el permiso para conseguirlo...

Libertad de pensar, de sentir, de expresarnos, libertad de elegir. Tenemos el don y el derecho a la libertad...
A veces no podemos elegir lo que nos pasa, pero podemos elegir qué hacemos con lo que nos pasa. La sensación de libertad, como cualquier otra, es intransferible, pero te invito a que respires hondo... todo el aire está para ti... mira el cielo...enorme, imponente...todo para ti.. eres libre...

Se siente distinto cuando tomamos conciencia de que todo lo que nos pasa es el fruto de nuestras elecciones...

Una sociedad sana se construye sobre el cimiento de la libertad.

Una sociedad sana se construye sobre el cimiento de la libertad. Pero luego hay que aportar materiales que no dejen a la intemperie la dignidad del hombre; soluciones que no dejen abierta esa casa de todos a los vientos del egoísmo, de la injusticia o de la degradación. Porque aunque se edifique con toda libertad, si no se respetan los principios arquitectónicos fundamentales, la casa puede acabar hundiéndose hasta los cimientos.
 
Cuando la libertad humana se ha querido absolutizar, faltándole un fundamento trascendente, la libertad se ha tomado a sí misma como objeto: se ha convertido en una libertad vacía, libertad de la libertad, ley para sí misma, porque es libertad sin otra ley que no sea la explosión de los instintos o la tiranía de la razón absoluta, que viene a ser el capricho del tirano.