miércoles, 8 de septiembre de 2010

La falta de bondad es consecuencia del egoísmo.


La falta de bondad es consecuencia del egoísmo, la mezquindad y la ausencia de grandeza humana. El que no es bueno es incapaz de sentir compasión y ve a los demás como rivales ó enemigos en potencia, a los que sería una imprudencia ayudar, y de los que hay que cuidarse en extremo.

Se siente más seguro cultivando la desconfianza, el rencor y el odio que la simpatía ó la amistad, y prefiere anular ó destruir a sus semejantes que conocerlos ó dialogar con ellos, a menos que pueda sacar algo para su propio provecho.
La falta de bondad nos deshumaniza y nos convierte en personas indeseables e insensibles, con las que la vida en comunidad se torna difícil e incluso peligrosa.